La mayoría de los aceites de oliva se elaboran mediante el proceso «virgen extra», es decir, sin refinar ni desodorizar, lo que permite mantener los fosfolípidos. Seguramente habrá notado que el aceite de oliva se vuelve blanco cuando se expone al frío. Los fosfolípidos del aceite se hacen visibles al disminuir la temperatura.
Por el contrario, se vuelven casi incoloros al aumentar la temperatura del aceite. Si enfriamos una botella de aceite de girasol virgen prensado en frío, observaremos el mismo efecto: el aceite se volverá blanco, ya que contiene fosfolípidos. También hay que señalar que la presencia de fosfolípidos no permite utilizar el aceite para freír a altas temperaturas, ya que es la suspensión de partículas blanquecinas apenas visibles -fosfolípidos- la que empieza a pegarse.
En otras palabras, no está prohibido freír con aceite «extravirgen» -virgen prensado en frío-, pero necesitará más aceite y deberá abstenerse de mantenerlo a temperaturas críticamente altas durante mucho tiempo. Los cocineros profesionales recomiendan freír con una mezcla de 40% de aceite sin refinar y 60% de aceite refinado. Se puede decir que el aceite sin refinar está más bien destinado a preparar ensaladas y cocinar a bajas temperaturas.
Este aceite virgen se extrae en frío de las semillas del girasol, también conocido como flor del sol. El aceite de girasol fue el primer aceite producido por el fundador de la almazara Bioplanète, Franz J. Moog, en 1984. Desde entonces, ha establecido una asociación histórica con productores locales franceses, lo que garantiza un origen 100% francés.
El aceite de girasol es uno de los aceites más consumidos por los franceses, siendo parte integrante de una cocina diaria equilibrada, y no es para menos: perfecto para aliñar ensaladas y verduras crudas, así como salsas, para hacer mayonesa o como base de aderezos para ensaladas, el aceite de girasol también se puede calentar suavemente para guisar, por ejemplo. Este aceite de girasol virgen extra se cultiva y procesa de forma ecológica y es un aceite de primera calidad prensado en frío, sin conservantes añadidos. El aceite de girasol ecológico tiene un sabor suave y fresco con un ligero aroma floral.
Este delicioso aceite puede servirse en la mesa o utilizarse en la cocina. Es maravilloso como condimento, en recetas y para todos los estilos de cocina. El ligero sabor de este aceite de girasol virgen extra es estupendo en todos sus aderezos y salsas favoritos para ensaladas.
También puede rociarlo sobre verduras al vapor o en sopas y ollas calientes antes de servirlas. La popularidad del girasol se duplicó cuando Canadá inauguró una planta mecánica de trituración de semillas, y los agricultores de Missouri comenzaron a producir aceite de girasol en 1946. La popularidad del aceite no hizo más que crecer, y hoy en día es un artículo de primera necesidad en los hogares y el aceite de cocina preferido por las personas que buscan consumir alimentos con menos colesterol.Aunque el aceite de girasol se puede conseguir fácilmente en todas las partes del mundo, no todos los tipos de girasol producen aceites.
El aceite de girasol se extrae triturando las semillas del girasol, pero no todas las semillas contienen aceite. Las semillas de girasol se clasifican en dos categorías: semillas oleaginosas y semillas no oleaginosas. Las especies que producen semillas oleaginosas son las que se cultivan comercialmente para la producción de aceite de girasol.
Los girasoles de confitería producen semillas a rayas blancas y negras, y aunque estas semillas no pueden proporcionar aceite, pueden utilizarse como un gran tentempié, ya que están cargadas de proteínas, vitamina E y B-6, folato y selenio, entre otros nutrientes muy saludables para el organismo.Los girasoles productores de aceite producen grandes semillas negras o gris-verdosas con forma de lágrima y envueltas en una dura cáscara negra. Las semillas se descascarillan y se prensan para obtener aceite, y los restos, ricos en proteínas, se utilizan como alimento para el ganado. La producción estadounidense de aceite de girasol alcanzó una media de 975.300 toneladas en 2018.
Hay dos formas de extraer el aceite de girasol de sus semillas. Estos métodos son el de prensado en caliente y el de prensado en frío.
